Información etnográfica:
Los tapietes utilizan el palo borracho para tratar las afecciones del sistema respiratorio, el aparato reproductor, los trastornos superficiales y las odontalgias. También, se utiliza para curar heridas que no cicatrizan con otros remedios. Antiguamente, de la albura del yuchán se extraían fibras resistentes que se utilizaban a modo de cordeles o tukumbu, para atar los pescados al asador, acarrear leña, hacer las puntas de las flechas y el arco, los horcones de las casas y trampas para cazar animales.
Los tapietes de Tartagal suelen utilizar el término mandiyu ‘algodón’ para nombrar su fruto.